La compañía lechera basa sus operaciones en el sistema de producción estacional con partos concentrados en primavera, lo que permite un manejo estratégico de las praderas sincronizando la curva de crecimiento de estas, junto a los requerimientos alimenticios del rebaño. En 2019 se inició un piloto de lecherías de invierno ya que el clima complejiza el crecimiento óptimo del pasto.
Manuka cuenta con siete salas que funcionan con modelo mixto durante el invierno, cinco de las cuales están a cargo de Pablo Veas, gerente de producción de la Unidad de negocios Los Ríos, quien explicó la importancia que tiene este sistema en las operaciones, ya que funciona como un complemento para abastecer a las plantas lecheras durante el invierno.
Pablo Veas explicó que “tras los aprendizajes del sistema estacional primaveral y la baja disponibilidad de pasto en el invierno en los campos, es que optamos por un piloto que adelantó los partos hacia los meses de marzo y mayo. Este modelo igualmente suple la demanda de consumo invernal requerida.
Entre los indicadores positivos que menciona Veas se encuentra el cuidado de las praderas que este sistema permite, “ya que evitamos generar daños por pisoteo en nuestros campos en suelo blando durante el invierno. Generamos un plan de rotación fija cada 70 días con el que aseguramos entrar mínimamente a potrero con los 3.200 animales que componen el rebaño y que complementan su dieta con forraje; principalmente silo de maíz, de pradera y concentrado, permitiéndonos asegurar su adecuada nutrición”.
Para finalizar, el gerente agradeció a sus casi 30 colaboradores ya que “este modelo complementario en Manuka, es solo posible gracias al compromiso y esfuerzo de ellos, quienes provienen de zonas aledañas a nuestras instalaciones producto de la vinculación con los municipios y liceos técnicos de la región de Los Ríos”.