Se denomina estrés calórico al conjunto de cambios que se desencadenan cuando la temperatura ambiental excede el rango de confort térmico de los bovinos. Dentro de los efectos asociados a estrés calórico se encuentran la disminución en el consumo de materia seca, aumento de la frecuencia cardiaca, disminución de la producción y calidad de la leche, disminución en el peso, tasa de concepción e índice de fertilidad.
En la zona central del país, hace más de 10 años se dio inicio a un estudio con una primera evaluación por aumento de la temperatura corporal de los animales, considerando el cambio climático y las crecientes olas de calor existentes en la zona sur del país en los últimos años. Debido a ello, con el tiempo los productores lecheros han buscado implementar distintos sistemas que les permitan reconocer los signos clínicos y prevenir que el ganado aumente su temperatura desatando estrés calórico. Los manejos para prevenir el estrés calórico en vacas productoras pueden ser relativamente fáciles de implementar, y a la vez pueden generar un gran impacto en términos productivos.
Los manejos que principalmente se realizan para atacar el estrés calórico en vacas productoras pueden ser relativamente fáciles de implementar y así mantener al ganado en su zona de confort. Algunas de las acciones que promueven tener al ganado en buenas condiciones de temperatura incluyen: mantener el agua fresca en los bebederos de zonas de ordeña y potreros, la implementación aspersores en los patios antes de entrar a la sala de ordeña en condiciones de altas temperaturas, que las vacas no estén más de 90 minutos esperando entrar a la sala y por último, buscar zonas de pastoreo con sombra para las temporadas calurosas.
Para seguir fortaleciendo las practicas y procedimientos que aseguren el bienestar animal en Manuka, se formó la Unidad de Bienestar Animal que se preocupa de ayudar a fortalecer, apoyar y seguir educando en los distintos predios de la empresa las labores y cuidados asociados al ganado. Angello Morgado, jefe de la unidad de Bienestar Animal comenta al respecto, “actualmente lo que nosotros transmitimos a la gente en el campo, es que reconozca signos de esta afección, que conozcan el protocolo y manejos asociados al estrés calórico con sus puntos de prevención, además de buscar generar material de apoyo donde los trabajadores vean y recuerden las acciones que deben realizar”, agregó.
Pequeñas acciones que pueden causar un gran impacto en el bienestar del animal y en la producción, por lo que se recalca la importancia de generar este tipo de acciones de manejo preventivo durante la época estival.